Adiós a la diosa de la noche: Muere Yolanda 'Tongolele'

L a estrella que desafió tabúes y conquistó el cine de oro mexicano ha partido a los 93 años de edad.

La vedette, conocida por su icónico mechón blanco y su baile singular. l INAH.gob
La vedette, conocida por su icónico mechón blanco y su baile singular. l INAH.gob
Claudia Islas

El mundo del espectáculo se viste de luto tras el fallecimiento de Yolanda Montes, ‘Tongolele’, una mujer que trascendió la fama y se convirtió en un símbolo de sensualidad, elegancia y rebeldía. Con su inconfundible mechón blanco y una presencia magnética, su silueta quedó grabada en la memoria del cine de oro y en la noche mexicana.

Desde su llegada a México en 1947, su figura imponente y su talento en la danza exótica la convirtieron en la reina de los cabarets más exclusivos de la época. No solo era una bailarina, sino un fenómeno que rompió esquemas y dejó huella en la cultura popular. Su enigmático estilo, inspirado en la danza tahitiana, la llevó a compartir escenario con estrellas de la talla de Germán Valdés ‘Tin Tan’, Resortes y Joaquín Pardavé. 

Una vida de luces y sombras

Pero detrás del brillo de los reflectores, la vida de Tongolele tuvo momentos de tragedia y nostalgia. Nacida el 3 de enero de 1932 en Spokane, Washington, Estados Unidos, consolidó su carrera en nuestro país, donde se convirtió en un símbolo de elegancia y magnetismo en la gran pantalla.

En 1956, se casó con el cubano Joaquín González, con quien tuvo dos hijos gemelos, pero en 1996 sufrió la dolorosa pérdida de su esposo, lo que marcó un antes y un después en su vida. A partir de entonces, su presencia en el espectáculo se volvió cada vez más esporádica, hasta su retiro definitivo en 2015.

Su batalla contra el Alzheimer, diagnosticado en 2016, la alejó de los escenarios y la llevó a refugiarse en su hogar en Puebla. A pesar de la enfermedad, encontró en la danza su terapia y su escape, moviéndose al ritmo de los tambores hasta el último momento en que su cuerpo se lo permitió.

Y aunque hoy el telón haya caído para siempre, su espíritu seguirá bailando en la memoria de México, donde su nombre es sinónimo de pasión, belleza y una era que jamás será olvidada. Descanse en paz  ‘Tongolele’.