Black Sabbath: del diablo y otras afiguraciones
H ablemos de la mítica banda británica conformada por una fórmula básica: guitarra, bajo, batería y voz, en ese orden conocimos a Tony Iommi, Geezer Butler, Bill Ward y el gran Ozzy Osbourne.
¿Cuándo perdimos la sensibilidad de disfrutar notas y estructuras musicales acompañadas de una letra que narraba toda una historia, emociones, anécdotas o incluso protestas políticas y sociales?
Aventurarse al terreno de la música es un viaje que tiene sus recompensas y satisfacciones que se notan hasta en tus relaciones sociales diarias, atreverse a desmenuzar letras e instrumentos nos da una visión más amplia y vasta del mundo y lo que nos rodea, entender otras lenguas, convivir con imaginarios que nos pueden llevar a través del tiempo y la literatura.
Empecemos el día de hoy con una banda que toma el rock and roll y lo lleva por caminos obscuros, descendiendo con sus fuertes y graves notas musicales a terrenos supuestamente diabólicos y desconocidos, pasando de un Hard Rock potente a ser los padres del Heavy Metal.
Estoy hablando de Black Sabbath, mítica banda británica conformada por una fórmula básica: guitarra, bajo, batería y voz, en ese orden conocimos a Tony Iommi, Geezer Butler, Bill Ward y el gran Ozzy Osbourne, recientemente llamado a ser parte del salón de la fama del Rock and Roll.
Ellos inician en 1968 una revuelta de alto volumen y mejor propuesta de la que se desprenden grandes y largas ramas que nos deleita hasta nuestros días. El punto de partida se genera en Birmingham, Reino Unido, con el nombre de The Polka Tulk Blues Company cambiando a Polka Tulk, aunque después mutaron a solamente Earth. Pero finalmente, después de que vieron la cantidad de dinero que generaba el cine de terror, Butler compuso la canción que daría nombre a la banda un año después, en 1969.
Su primer trabajo sería lanzado el 13 de febrero de 1970, un material sombrío, fúnebre y siniestro, campanas que hielan la sangre, notas graves que despiertan a ese niño interior para llenarlo de miedo, un viaje que pese al temor queremos continuar canción por canción, la banda compartiría nombre con el álbum y la primer canción del disco, Black Sabbath, generando polémica con su sonido y letras ya que los tildaban de satánicos. Esta fama logró su popularidad entre los más jóvenes, que hicieron posible el éxito para más himnos cómo Iron Man, Paranoid, War Pigs, etc.
Con todo este éxito algo tenía que salirse de control y cayó la primer víctima, Ozzy Osbourne fue despedido en 1979, lo que al final se convirtió en un triunfo por su gran capacidad en el escenario y la música, creando otros grandes clásicos del Metal.