Un viaje a Panamá lleno de recuerdos
M i mamá viajó conmigo, solamente un par de mamás más fueron, obviamente se burlaban de mí los compañeros de equipo, pero se les olvidó todo cuando Doña Martha invitó a todo el equipo a una gran comida en un restaurante mexicano.
Presidente del World Boxing Council.
Hijo de José Sulaimán Chagnón, Presidente Vitalicio WBC
Un viaje relámpago a Panamá que lo valió todo. Salí el viernes a primera hora hacia Panamá para estar presente en el homenaje que este país boxístico rindió al inmortal “Manos de Piedra” Durán. Regresé a casa el sábado temprano, ni siquiera estuve 24 horas allá, pero cada minuto valió oro en lo que fue un viaje inolvidable.
Cuando era un niño de tan solo 12 años tuve el gran honor de representar a México en el mundial de béisbol de Pequeñas Ligas, el cual se jugó nada más y nada menos que en Panamá. Al aterrizar los recuerdos invadieron mi mente y corazón. Nuestra selección nacional era de gran nivel y los chilangos fuimos pocos, entre ellos mi gran amigo Félix Aguirre, quien es ahora el director del Estadio Azteca. Quedamos en cuarto lugar detrás de Colombia, Dominicana y el campeón Venezuela.
Mi mamá viajó conmigo; solamente un par de mamás más fueron. obviamente se burlaban de mí los compañeros de equipo, pero se les olvidó todo cuando Doña Martha invitó a todo el equipo a una gran comida en un restaurante mexicano en Panamá.
Mi papá llegó a mitad del torneo y estuvo presente en dos juegos. Mi mejor actuación fue contra Costa Rica, precisamente estando mi papá allá. Llegó a la tribuna acompañado de Yamil Chade y del gran promotor panameño Luis Espada, y otras personas del boxeo que no creían que ahí estaba en la tribuna Don José.
Nos tocó jugar la Semifinal contra Panamá. ¡Imagínense, estadio lleno, gran presión! Mi papa, en la tribuna; y llegaron Durán, Hilario Zapata, Pinder y otros campeones. Ese día me dejó marcado por siempre, una de las lecciones más fuertes en mi vida. Tuvimos un maravilloso juego, vencimos al de casa contra todas las expectativas. Ganamos 8-0 y a mí me dejaron en la banca todo el juego; Ni siquiera una oportunidad como bateador emergente, nada. Yo volteaba con angustia y vergüenza a la tribuna a ver a mi papa y al terminar el partido corrió hacia mí. Yo no lo quería ver a la cara, el me levantó y me abrazó, me felicitó y me hizo sentir como si hubiera bateado el homerun del gane en la serie mundial… ¿Por qué el manager de Mexicali, “La Colorada” Sánchez me humilló así? Nunca lo sabré, pero ese día logré entender el valor del trabajo en equipo, el dejar el ego enterrado y olvidar el protagonismo y la presunción, ese día gane aun estando en la banca y México avanzó a las finales.
Panamá es un gran país, el boxeo es de gran popularidad y Roberto Durán es un Dios en su patria. ¡Qué maravilla ser reconocido en vida! Al ir llegando al estadio, la arena tradicional de boxeo, fue mi primera nota de atención… Estadio Roberto Durán, imagínense tener un recinto a tu nombre… El público se dio cita para disfrutar una muy buena velada boxística con peleas internacionales. Fue el debut de los hijos de Durán como promotores; Brambi Promotions y lo hicieron muy bien.
Al llegar el momento del homenaje, Durán se fue a los vestidores y ahí empezó todo, salió del vestidor como si fuera hacia el ring a pelear. Encima de su smoking llevaba puesta una hermosísima bata de boxeo, esta fue un regalo que el WBC le dio, esta bata fue elaborada por La Chacala Valverde y es una joya. Durán recorrió todo el piso saludando a los aficionados, así como la vuelta olímpica, música de banda, luces y efectos especiales hasta que finalmente subió al ring mirando con alegría y lágrimas en los ojos lo que estaba sucediendo. Se dieron algunos discursos, palabras y premios; A mí me tocó hacerle entrega de un cinturón conmemorativo, la nueva edición WBC para reconocer los méritos de campeones legendarios; Un cinturón hermoso con esmeraldas y la leyenda My Blood is Green and my Heart is Gold.
Los grandes del deporte tienen algunas cosas en común y logre testificar más que nunca la grandeza de Durán; no negó ninguna fotografía, dio todos los autógrafos que se le pedían, llegó temprano y fue el último en retirarse, tendió la mano a quien se le acercó y logró hacer sentir especial a todo quien lo saludó y abrazó. ¡Que viva por siempre Roberto "Manos de Piedra" Durán!
Tuve la oportunidad de reunirme con miembros de la junta de gobierno del WBC, Alberto Guerra y Jimmy Salas; llegamos a tremendas conclusiones para activar en Panamá en 2025. Estaremos haciendo una jornada WBC Cares con importantes activaciones en conjunto con Pandeportes.
También acordamos la Cumbre de Boxeo latinoamericano en México, donde además de acuerdos boxísticos, haremos un homenaje merecido a los grandes personajes de pantalón largo. Uno de mis restaurantes favoritos de todo el mundo es La Casa del Marisco en panamá. Ahí disfrute del famoso Cangrejo Centoyo en compañía de Daniel Alonso, gran conversador e historiador de boxeo y leal compañero de mi querido Juan Carlos Tapia quien justo está festejando los 50 años del programa Lo mejor del boxeo.
¿Sabías qué?
Joe Cortéz fue el réferi de la última gran hazaña de Roberto Durán, esa noche en la que venció a Iran Barkley, quien había noqueado a Tommy Hearns, Joe se dio cita en panamá junto con su esposa Sylvia para ser parte de este emotivo homenaje.
Anécdota de hoy…
En 1980 Sugar Ray Leonard era la máxima estrella del boxeo mundial, campeón WBC peso welter; Roberto Durán dejó el campeonato ligero para buscar el welter. Cuando ya estaba todo listo para la Leonard-Durán, la WBA intentó hacer un movimiento y jalar a Durán por su organismo para pelear contra Pipino Cuevas…
“Cuando me enteré de esa trampa que estaban tratando de hacer tomé el teléfono y le llamé al General Torrijos de Panamá para explicarle cómo querían quitarle la gloria a Durán, el General me pidió llamarle al día siguiente… con una llamada al dirigente panameño, que se había metido en esta maquinación, en minutos se anunció que la WBA se hacía a un lado. Durán llegó a Montreal y se ganó el amor de la gente, intimido a Leonard donde sea que lo veía y arriba del ring le arrebató el campeonato en una de las más grandes peleas de la historia. Ese Durán sí que era un gran peleador”, nos contó Don José con una sonrisa de orgullo y satisfacción.