¡El Cutzamala revive! Lluvias duplican su nivel en un año y dan respiro histórico al Valle de México
T ras años de sequía crítica, las lluvias intensas han elevado los niveles del Sistema Cutzamala a cifras que no se veían en mucho tiempo. L

Después de tres años de agonía por la sequía, el Sistema Cutzamala —la fuente de una cuarta parte del agua que llega al Valle de México— por fin tiene un respiro. Gracias a las intensas lluvias de este verano, las presas del sistema alcanzaron un 56% de llenado, lo que representa el doble del nivel que se tenía en estas mismas fechas de 2024.
Sí, el doble. Hace un año, las presas apenas arañaban el 28% de su capacidad y el panorama era preocupante. Hoy, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el sistema acumula 441 millones de metros cúbicos de agua, con un aporte de más de 60 millones captados desde finales de mayo.
Una de las claves de esta recuperación ha sido la presa Valle de Bravo, que pasó de estar al borde del colapso (apenas un cuarto de su capacidad) a rozar las tres cuartas partes de llenado, con más de 277 millones de metros cúbicos. Esto ha sido posible gracias a que no se han hecho extracciones y, en cambio, se han inyectado entre 5 y 8 m³ por segundo, una estrategia que ha rendido frutos.
En el resto del sistema, El Bosque y Villa Victoria también muestran señales de mejoría, con niveles superiores al 40%, aunque aún tienen camino por recorrer. Aun así, la tendencia es clara: el agua está volviendo.
Y no solo eso. Las lluvias han sido tan abundantes que, en algunas presas, ya se superó el total de lluvia acumulada en julio del año pasado... ¡y eso que todavía no termina el mes! En El Bosque, por ejemplo, ya van más de 548 milímetros de precipitación acumulada. En Valle de Bravo, el número también es superior al del mismo mes de 2024.
Por ahora, este respiro hídrico ha permitido que Conagua aumente la entrega de agua en bloque al Valle de México a 10.64 m³/s: 6.3 m³/s para la CDMX y 4.3 m³/s para el Edomex.
¿Será este el inicio de una recuperación sostenida o solo un alivio pasajero?
La pregunta no es retórica. Porque aunque el panorama luce mejor, la crisis hídrica en el centro del país está lejos de terminar. ¿Qué acciones deberían tomarse ahora para garantizar que esta agua no se desperdicie y se convierta en una verdadera solución a largo plazo?
La clave estará en lo que se haga después de la lluvia. Expertos han advertido que, aunque las presas se recuperen temporalmente, el verdadero reto es evitar que volvamos al punto crítico en el siguiente ciclo seco. Eso implica mejorar la infraestructura de captación pluvial, modernizar las redes de distribución (que pierden hasta el 40% del agua por fugas) y replantear el modelo de consumo en las grandes ciudades. Porque si seguimos gastando como si el agua fuera infinita, ni los milagros de julio nos van a salvar.