Ya estamos en septiembre… ¿Y si vuelve a temblar?
L a historia parece repetirse: septiembre ha sido escenario de algunos de los terremotos más catastróficos en México. Te contamos los cinco que marcaron al país y dejaron cicatrices imposibles de borrar.

Cada septiembre en México aparece la misma pregunta: ¿va a temblar otra vez?
No es paranoia, es memoria. Tres veces —1985, 2017 y 2022—, un 19 de septiembre se convirtió en pesadilla. Pero no son los únicos. La tierra se ha sacudido con tal fuerza que todavía hoy esas fechas siguen doliendo.
A continuación, los cinco sismos más catastróficos que han marcado nuestra historia:
1.- El gran terremoto de 1787
El más fuerte del que se tenga registro en México. Magnitud 8.6, con epicentro en las costas de Oaxaca. Fue tan brutal que generó un tsunami que se metió hasta seis kilómetros tierra adentro, arrasando pueblos y dejando miles de muertos. La gente no entendía qué ocurría: la tierra se abría y el mar se salía de su cauce.
2.- 19 de septiembre de 1985
El terremoto que partió al país en dos. Magnitud 8.1 con epicentro en Michoacán, pero la tragedia golpeó a la Ciudad de México: miles de muertos —entre 10 mil y 30 mil según estimaciones—, hospitales, escuelas y edificios reducidos a polvo. Fue devastador, pero también parió algo nuevo: la organización ciudadana.
3.- 7 de septiembre de 2017
Magnitud 8.2, el más fuerte en los últimos 100 años. Su epicentro en el Golfo de Tehuantepec arrasó con Oaxaca y Chiapas. Casi 100 personas fallecieron y más de 60 mil casas colapsaron. En Juchitán, Oaxaca, el palacio municipal quedó partido a la mitad, símbolo del desastre.
4.- 19 de septiembre de 2017
El destino jugó con México: exactamente 32 años después del 85. Magnitud 7.1 con epicentro en Puebla-Morelos. 370 muertos, decenas de edificios colapsados y niños atrapados en escuelas. La herida emocional fue doble: un déjà vu trágico en el mismo día de los simulacros en memoria del 85.
5.- 28 de agosto de 1973 – Veracruz y Puebla
A las 3:50 de la madrugada, un sismo de magnitud 7.3 despertó a miles entre gritos y derrumbes. Entre 1,200 y 3,000 muertos, 4,000 heridos y más de 100 mil damnificados. El Teatro Ignacio de la Llave en Orizaba se vino abajo, al igual que iglesias y casas en Córdoba y Río Blanco. El sueño se volvió pesadilla en segundos.
No es mito: septiembre está marcado en la memoria colectiva como un mes oscuro. Y aunque la ciencia no confirma que tiemble más en estas fechas, la coincidencia es suficiente para que el miedo regrese cada año.